top of page

El presidente ecuatoriano que aborrecía el dinero


Su proverbial desprecio por el dinero lo condenó a vivir toda su vida al borde de la pobreza y a la hora de su muerte casi en la miseria.


Si, el Presidente Velasco Ibarra aborrecía el dinero y decía que es “el estiércol del diablo”, sus colaboradores y ministros en cambio eran “hombres enloquecidos por la plata”.


“A mí no me interesa la fortuna, a mi me interesa la gloria”, afirmó alguna vez Velasco durante se carrera política.


Una larga carrera que lo llevó a ocupar cinco veces la presidencia del país.


Gobernó en total 12 años, doce largos años en que padeció según él “la soledad del poder”.


Velasco Ibarrra fue una fuente inagotable de contradicciones y ambigüedades.


Ideológicamente indefinido, sus discursos y actos se acomodaban a las circunstancias del momento.

Sus veleidades políticas lo hicieron fluctuar entre ser el líder indiscutible del la “chusma noble y sublime” a ser llamado “el último caudillo de la oligarquía”.


Su fogosa oratoria salpicada de una desbordante demagogia, fueron sus mejores armas para ganarse la adhesión popular que lo encumbró tantas veces a la presidencia.


Una arrolladora retórica que lo llevó a pronunciar su más famosa frase: “dadme un balcón y seré presidente”.


Pero no nos dejemos engañar por tan lírica afirmación, pues detrás de cada balcón velasquista existía una verdadera máquina electoral pagada y organizada por la oligarquía que fue la principal usufructuaria de los regímenes velasquistas.


Esa fogosidad y vehemencia que lo llevó de tumbo en tumbo desde el inicio mismo de su carrera política y lo condenó varias veces al ostracismo político y al doloroso destierro.


Sí, doloroso y triste fue el destierro para Velasco pues en ese entonces no existía el dorado sueldo vitalicio del que disfrutan hoy los expresidentes y tuvo que sobrevivir precariamente, porque contrariamente a lo que generalmente se cree, el Dr. Velasco no siempre conseguía trabajo mientras padecía el exilio.


Durante su larga carrera política, Velasco no acumuló ningún bien material; mientras fue Presidente vivió de su sueldo de Primer Mandatario, sueldo que en aquellos años era modesto tal como lo demuestra el cheque emitido por el Banco Central durante su segunda presidencia, cobrado y firmado al reverso con su puño y letra.

Foto: Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador.

Don Jose Maria Velasco Ibarra, fue un hombre totalmente desprendido del dinero, de hecho nuestros abuelos dicen que jamas utilizaba el dinero, porque donde iba , siempre era bienvenido, fue tanto asi que recibió miles de títulos y condecoraciones.


Lamentablemente los sobrinos del ex mandatario las botaron y se conservan hoy solo las mas valiosas.


El testimonio de la ahora anciana ama de llaves de toda la familia es clave para conocer los pormenores de la vida del presidente ecuatoriano con mas períodos en el poder en la historia democratica ecuatoriana.


Relata que la familia Acosta-Velasco vivía a costa del presidente Velasco Ibarra.


Cuenta que la hermana de Velasco Ibarra Doña Ines Velasco hizo desaparecer todas las medallas de su hermano y dice que los empleados de la casa, las recogieron de la basura por pena.


Los hijos de los empleados jugaban con esas medallas como si fueran fichas.


Nadie entendia el valor histórico de las mismas, la ama de llaves comenta que todas se perdieron o se destruyeron.


En vida cuenta la ama de llaves que Don José Maria Velasco Ibarra era muy considerado con su hermana, siempre la visitaba en su casa localizada en ese tiempo en la ahora actual avenida Amazonas.


Confiesa además los gustos culinarios del ex-presidente, cada vez que volvia de alguna gira por el extranjero, al regreso la llamaba desde su despacho presidencial para preguntarle: "Mamolita donde está, caramba?, por si acaso va hacer ese rica mazamorra de habas, con tostado , pero con col?...la ama de llaves respondía: "claro pues, Don José Maria, venga que ya esta lista; ese plato andino siempre era su bienvenida gastronomica al país.


Recuerda "Mamolita" al expresidente como una persona seria, pero jamás presuntuosa, prepotente, mal educada o vulgar.


Al ex-presidente le traicionaron sus mas cercanos colaboradores en mas de una ocasión para deponerlo del cargo, pero el pueblo ecuatoriano de la mano lo volvia al poder.


Debido a su pobreza Doña Corina Parral de Velasco Ibarra usaba el bus público en Buenos Aires para movilizarse en la capital argentina, donde residían junto a su esposo, en uno de sus tantos viajes cayó del bus causandole la muerte.


Este hecho obligó al cinco veces elegido presidente retornar al Ecuador, un mes despúes de la muerte de su esposa moriría el presidente que aborrecía el dinero.

#HistoriasAmazónicas

bottom of page