Sarayaku desde el lente de la fotógrafa guayaquileña Esmeraldas Rosales, de GYE con amor.
Esmeraldas Rosales nos ha autorizado publicar su extraordinario trabajo de varios años y estamos muy agradecidos en República Selva de poder publicarlo y difundirlo.
Estas imágenes deben verlas el mundo entero, es un increíble registro de los últimos años de la vida de los Sarayakus Runas de la provincia de Pastaza, una comunidad Kichwa ubicada a orillas del río Bobonaza, pueblo que se destaca en la escena mundial por defender su territorio de las amenazas ambientales ya sea por la explotación petrolera o por el avance de la frontera urbana, la fortaleza de este pueblo su meticulosa organización comunitaria, sistema que les permite salir adelante a pesar de las dificultades encontradas en el difícil camino de la autodeterminación de los pueblos y la autonomía comunitaria.
Esta talentosa fotógrafa de Guayaquil, desde hace varios años reside en Sarayaku y ha podido registrar la vida de los Kichwas del Bobonaza con la intimidad de un familiar más, hecho que pocas veces se puede ver, con su lente nos invita a ver imágenes cotidianas, imágenes desde adentro, desde el corazón; imágenes que retratan el espíritu indomable del pueblo del medio día, pero también imágenes que nos acercan al espíritu bondadoso y generoso de un pueblo que no lucha solo por su territorio y su cultura sino por el país entero.
Esmeraldas alejada del flash turístico o folclórico, nos invita esta vez a mirar un registro increíble de fotografía documental, que nos permite acercarnos de manera muy particular y cercana a la comunidad, para entenderlos, conocerlos y unirnos a su causa la defensa de la vida y su inquebrantable deseo de liberarse de las amenazas de los poderes políticos y económicos que siempre acechan su paz, su reino de selva y su agua dulce.
Una tarde de diversión en el río Bobonaza. Sarayaku.
Cazador volviendo con su faena para la Uyantza Raymi, la fiesta mayor de los Kichwas de Sarayaku, se lo realiza cada dos años para evitar la extinción de las especies..
Vista de parte de Sarayaku desde la ventana de una avioneta a punto de aterrizar. Llegando a Sarayaku / Sarayakuma paktauni / Arriving in Sarayaku
La selva viva en kichwa Kwasak Sacha define a la selva como un ser viviente con espíritus que protegen la selva y a sus hijos.
Tamboreros en la Uyantza Raymi - Fiesta Tradicional - Febrero 2015
El río Bobonaza desde el cielo, provincia de Pastaza - Amazonía Ecuatoriana.
El río Bobonaza es fuente de vida, alimento y energía para los Sarayaku Runas, de la calidad de el río dependerá el futuro de las nuevas generaciones.
Esmeraldas Rosales reside de manera permanentemente en Sarayaku desde hace varios años, esto le ha posibilitado registrar de manera única e íntima la vida de los Kichwas del Bobonaza.
Niñas preparando chicha de yuca en la Fiesta de la Pachamama 2015 - Sarayaku
Esmeraldas Rosales con su lente registra la inocencia de los niños del pueblo del medio día, ellos son los futuros defensores de la selva viviente de Sarayaku.
Los niños de la Selva son seres únicos, su vida en la naturaleza forma un espíritu curioso, rebelde y libre.
Uyantza, fiesta de Sarayaku, imagen registrada en el 2015
Don Sabino es el sabio de la comunidad Sarayaku, guía espiritual del pueblo del medio día.
La biodiversidad de Sarayaku es inmensa, sus recursos biológicos son una de sus mayores fortalezas.
Sicha y sichita
Las mujeres Kichwas de Sarayaku, son parte fundamental del desarrollo armónico de la vida de la comunidad, son quienes a travez de la herencia oral custodian los saberes ancestrales de su cultura milenaria.
Sarayaku warmikuna, Sarayaku Tayjasaruta
Compartir con los niños las tareas de construcción de la casa, como tejer las hojas para el techo es indispensables para no perder las técnicas de construcción Kichwas que son amigables con el entorno y a su vez son saludables.
Aspecto importante es salvaguardar las tradiciones culturales como el lanzamiento de dardos con la pukuna, los jóvenes entusiasmados apuntan al blanco en la Uyantza.
La alimentación en la selva proviene de las chacras mantenidas por las mujeres Kichwas, pero también de los ríos de agua dulce, una buena dosis de proteína y potasio es necesario para las largas jornadas de pesca y cacería.
La selva viviente de Sarayaku tiene lugares sagrados los espíritus de la selva residen, para los Kichwas del Bobonaza su selva es su templo y como tal lo defienden con pasión y firmeza.
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