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El mito de "El Bufeo", un acercamiento al misterio del delfín rosado amazónico.




El Director Brasileño de cine Walter Lima nos permite acercarnos al mito de "El Bufeo", gracias a su película Ele, O Boto (The Dolphin), la reseña que hace el portal FilmAffinity dice que según la leyenda amazónica, en noche de luna llena "El Bufeo" (Carlos Alberto Riccelli) sale del agua para convertirse en humano y así seducir a una de las hijas de un pescador (Cássia Kiss), que tiene un hijo con "El Bufeo". Constantemente él reaparece para seducírla y, aún cuando ella se casa, él la continúa buscando. Esto provoca la ira del marido, que desea matarlo de todas maneras.


La leyenda ha sido difundida a lo largo y ancho de la cuenca amazónica, todos los países que comparten esta inmensa cuenca hidrográfica de sudamericana de 6,992 km del río más caudaloso del mundo han alimentado de alguna u otra manera el misticismo que rodea a esta especie acuática de los ríos de agua dulce del amazonas.


El delfín rosado según la National Geographic llega a pesar hasta 200 kilos y medir 2,50 metros de longitud y tiene habilidades sorprendentes detalladas incluso en novelas de realismo mágico, los delfines pueden literalmente cazar entre los árboles, esto gracias a que sus vértebras cervicales no están fusionadas entre sí, lo que le permite flexionar el cuello en un ángulo de 90 grados y maniobrar entre las ramas de los árboles. El color rosa les corresponde a los machos el objetivo es llamar la atención de las hembras que generalmente son de color gris para aparearse. Su especie esta amenazada debido a la cacería furtiva y a la depredación de su hábitat, de todas maneras según los científicos esta especie tiene esperanza, existen varios proyectos que buscar protegerlos.


Los pueblos indígenas del amazonas nunca cazaban delfines rosados debido a la creencia de que estos animales enamoraban a hombres y mujeres para llevarlos con ellos al mundo debajo del agua, para los pueblos ancestrales "El Bufeo" se convierte en un hombre o mujer atractiva al salir del agua, luego enamora a su presa y lo lleva consigo para siempre.


Luiyith Melo, periodista de El País de España ha recolectado una serie de mitos y leyendas de indígenas del amazonas, uno de los que más se destaca es sobre "El Bufeo" titulado y publicado el el diario español:

"El hombre delfín"

Al enamoramiento no escapa el delfín rosado, toda una leyenda en el Trapecio Amazónico. Aseguran los nativos que el delfín rosado que habita el río madre y sus brazos se convierte en hombre cuando se enamora de una mujer y sale del agua para cortejarla.


Cuenta la historia que Diana, la hija del mayordomo de una finca del poblado de San José, se quedó sola en la casa porque sus padres se fueron de compras a Leticia. La niña, hambrienta, bajaba todos los días a la orilla del río a pedirle un deseo a los delfines rosados: “Delfincito, delfincito, quiero que me regales un pez”, decía. Y el delfín le regaló un bagre. Al día siguiente, movida por la curiosidad, Diana volvió al río a pedirle a los delfines que le regalaran otro pez, y los delfines le dieron otro bagre. Lo mismo el tercer día. Ella, intrigada, se preguntó: “¿por qué estos delfines me regalan peces?”... Lo que no sabía era que los delfines se estaban enamorando de ella.


Luego la niña tuvo una visión. Soñó que a su puerto llegó un barco muy bonito y que en él venían tres personas: un niño, un joven y un adulto. Uno de ellos le preguntó que con cuál de los tres se quería ir; Diana se quedó mirándolos y señaló al más adulto. Cuando ella se iba a embarcar, se despertó asustada....


Con un mal pálpito, trancó las puertas de la casa con pasadores y puntillas porque estaba sola. Esa medianochoe subió una 'comisión' del puerto hacia la casa, subían como 20 personas y ella los vio por una hendija. Advirtió que tenían los pies desproporcionados como los de un payaso, la cabeza alargada y lucían sombrero. Rodearon la casa y le dijeron: Diana, te venimos a llevar. Ella empezó a llorar y a gritar. Los hombres golpeaban por todas partes y no pudieron entrar. Pero al día siguiente no había huellas de ellos en la tierra húmeda. Eran los delfines rosados y grises, dicen los nativos, que venían por la niña en forma de hombres. Y aseguran que ya se han llevado varias y que se aparecen en las fiestas del Atuasma y de la Pelazón como hombres simpáticos y atractivos para enomarar a las más bellas.


Redacción: Diego Escobar

dxescobar@yahoo.es




#HistoriasAmazónicas

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